Una taza de chocolate en la mesa de los
colombianos, más que un exquisito energético, forma parte de una cultura milenaria
que enlaza a las familias y a los amigos cuando se asoma el sol o aparece la
luna.
En las cocinas de los colombianos nunca falta una pasta
de chocolate, y en la mesa, a la hora del desayuno, siempre compite con el café
por su aroma y sabor a frutas, que es reconocido a nivel mundial.
El chocolate está “dentro de la cultura colombiana, forma
parte de ese alimento que acerca a las familias cuando se inicia el día.
Es el punto de partida para iniciar labores y está
asociado al cariño que expresan las madres a sus familias”, comentó Eduard
Baquero López, presidente de la Federación Nacional de Cacaoteros.
Baquero López, una de las personas que más conoce en
Colombia sobre el cultivo del cacao y el chocolate como su producto estelar,
afirma que esta bebida, que tiene sus orígenes en la cultura azteca, es usada
por los colombianos para expresar cariño a los amigos.
Una chocolatada combinada con panes y queso es una de las
clásicas invitaciones que hacen los colombianos para una tertulia entre amigos
por la tarde, ya sea en la ciudad o en el campo, donde la bebida hierve en
fogones de leña desde la alborada.
Orígenes
El primer lugar donde se cultivó el cacao fue en las
regiones tropicales de México y Centroamérica, su cultivo se fue extendiendo a
Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, República Dominicana y África, que es
donde hay mayores cultivos en la actualidad.
El chocolate llegó a Colombia por la cultura maya y,
según los historiadores, fueron los españoles en la época de la colonia quienes
adoptaron la “bebida como algo esencial en las comidas”.
Pero es en 1920 cuando un grupo de empresarios
colombianos decidieron sumar esfuerzos para consolidar la naciente industria
del chocolate y convertirla en eje esencial de la economía de este país de 47
millones de habitantes.
El chocolate colombiano fue certificado por la
Organización Internacional del Cacao como una bebida 100 por ciento de fino
cacao con aroma y sabores especiales, que se ha constituido en la verdadera
diferencia en los mercados internacionales.
El sello colombiano
Para Baquero López, el aroma del chocolate colombiano
tiene que ver con la propia genética del cacao, que se suma a los esfuerzos de
toda la cadena productiva para mantener una elevada calidad.
“Tenemos muy marcados unos sabores frutales. Las pruebas
orgánicas eléctricas muestran que nuestro cacao sabe a cacao y al final tiene
un fuerte sabor a frutas. Este es el sello que tiene el cacao colombiano”,
enfatizó el dirigente del gremio de los cacaoteros.
Estas características particulares del cacao colombiano
fueron ratificadas en El Salón Internacional del Chocolate en París.
En el 2010 y 2011, las muestras de Colombia ocuparon el
primer lugar y siempre están entre los mejores 50 sabores a nivel mundial.
Recientemente, en un concurso de cacaos finos y aroma en
Suiza, donde participaron cuatro mil pequeños productores, el de Colombia fue
certificado como de alta calidad.
Por su aroma y sabor, el cacao producido en el municipio
de Pauna, en el central departamento colombiano de Boyacá, fue seleccionado
para ser exhibido en el próximo Salón del Chocolate de París.
La certificación de cacaos finos que entrega la
Organización Internacional del Cacao (ICCO) sólo la ostenta el 5.0 por ciento
del grano que se produce a nivel mundial.
Para la oficina de Promociones a las Exportaciones
(Proexport), las condiciones geográficas, que permiten variedad de pisos
térmicos y luminosidad todo el año, se suman al potencial colombiano, en
especial en Europa, donde el producto colombiano es reconocido por su calidad.
Números
De hecho, España, Estonia, Italia y Bélgica están entre los primeros cinco
destinos de las exportaciones colombianas de chocolate, que en el primer
semestre de este año registraron un aumento del 15.5 por ciento frente a 2013,
con ventas por casi 11 millones de dólares.
Las exportaciones de Colombia han registrado un comportamiento creciente en
los últimos tres años. En 2011 se exportaron 7.9 millones de cacao en grano,
para 2013 la cifra aumentó a 18.3 millones, según cifras del Ministerio de
Comercio Exterior.
La entidad promotora de las exportaciones Proexport encontró posibilidades
de crecimiento para la industria del cacao y chocolate en 16 mercados:
Alemania, Bélgica, Canadá, China, España, Estados Unidos, Francia, India,
Italia, Japón, Malasia, México, Países Bajos, Reino Unido, Suiza y Turquía.
Es tan marcada esta diferencia en el mercado internacional, que México, de
donde es originario el cacao, es un destino importante de las exportaciones del
sector cacaotero y de chocolate de Colombia, destacó Baquero López.
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